Noche de boxeo, noche de pesos pesados en Londres. Joe Joyce a sus 38 años venía despertando fantasmas en las mentes de sus posibles rivales, el sólo hecho de ver su anterior pelea ya era una un bajón para un futuro rival. Joyce aguanta manos claras y continuadas y no pone remedio a la situación. Su remedio es seguir con su ritmo lento pero de máquina con batería infinita picando carne hasta que el rival va perdiendo fuelle y el ánimo gracias a su aguante superhumano. Invicto se presentaba esta noche.
Se enfrentaba a otra torre de casi 2 metros, exactamente su misma altura. Zhilei Zhang es un boxeador con un gran pasado amateur al igual que su rival y de sólo un año más que el mismo, 39 años. Venía de su única derrota en el campo profesional. Yo lo ví ganar en esa derrota en una pelea muy igualada y que Zhang venía como víctima propicia para el croata Filip Hrgovic. Con esta información sobre el tapete que menos que sonreír y frotarse las manos ante la que se venía.
La pelea ha sido lo que esperábamos y a la vez lo que nadie esperaba. Zhang ha hecho el trabajo que se esperaba de él. Buena guardia, alternando descansos en sus ataques para no desfondarse y contragolpeando con su izquierda cuando el momento lo requería y lo requería muchas veces ya que se ponía a tiro su rival en multitud de ocasiones. Joyce es un boxeador que va poco a poco minando como comentaba antes y su poderío físico se va imponiendo sumado a esa quijada de acero. Esta noche esperábamos que el local se comiera manos, y pasó, pero lo que nadie o pocos esperaban era que Zhang dañara tan pronto con sus manos a Joyce. No sólo lo dañó sino que le magulló el gesto. La velocidad de la pelea ausente en todo punto mas o menos se sabía, son boxeadores muy grandes y tienen su ritmo y velocidad definidos y lo que ha marcado la pelea (no sólo la cara de Joyce) es la técnica y estrategia de combate. En el sexto asalto al señor árbitro no le ha quedado otra que llamar al médico y terminar parando la pelea ante la "visión" del ojo derecho cerrado del púgil local. Si ya la mano izquierda de Zhang penetraba la "no guardia" de Joyce con los dos ojos sanos, cuando se le cerró el ojo derecho con más razón. Bloqueo, izquierda, bloqueo, izquierda y de vez en cuando el jab de derecha o en forma de crochet con esa mano derecha adelantada como buen zurdo. Muy simple (que no fácil) y efectista el trabajo de Zhang.
Tanto se veía venir como tanto no se veía venir lo que iba a pasar, ambas opiniones eran aptas, el boxeo tiene esto. Se podría pensar que esto pasaría antes o después pero que si la defensa de Joyce no mejoraba terminaría pasando. Volverá y seguro que con el mismo ímpetu de siempre. En relación al boxeador chino Zhang también mi máximo respeto, sabe maximizar sus armas como boxeador al 100%, no es el peso pesado que más armas tiene pero lo que tiene sabe utilizarlo.
Noche de boxeo, noche de pesos pesados en Londres. Bonita noche.
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