Kiko Martínez vs Josh Warrington II.

Hay noches, hay momentos, hay peleas que no dejan buen sabor de boca y anoche fue una de ellas. Leeds, ciudad inglesa que acogía el evento en el que nuestro Kiko Martínez defendía su título mundial del peso pluma y la ciudad natal del rival, Josh Warrington. Mucha gente se preguntará el por qué la primera defensa de un campeonato ganado también en la casa de rival, Galahad, ¿Por qué la hace otra vez en la casa del rival y a sabiendas de la posible encerrona? la respuesta es fácil, el dinero lo mueven ellos, la afición la mueven ellos y Kiko va allá donde le manden si quiere rentabilizar su trabajo duro en dinero para él y su familia. Sobre el papel el español venía con mucho en contra pero con la confianza por las nubes y la mente fija en un objetivo claro que visualizaba factible, no obstante venía avisado ya que en Mayo de 2017 ya estuvo en esa tesitura, la de enfrentar al mismo rival y con "sus reglas", le dieron perdedor a los puntos cuando jamás pasó lo que nos dijeron los jueces. Con todo y con eso la confianza de Kiko y de los españoles en retener el título eran grandes, algunos somos optimistas y soñadores al mismo tiempo. 

Warrington venía de un nulo por cortes en el rostro del rival, Mauricio Lara, ante sus cabezazos en una revancha. Lara previamente le había propiciado la primera derrota de su carrera al británico y por KO, muy dura pelea que no pararon cuando debían. Avisados estábamos de las artimañas del inglés.


El ambiente en Leeds, el de las grandes noches como era de esperar. Jamás defrauda el público british. Josh Warrington era una incógnita, si bien Kiko tampoco es que estuviera boxeando como antaño a priori había mucha igualdad.

La pelea comenzaba como empiezan las grandes noches de boxeo con dos guerreros uno enfrente del otro con sus armas como escudos y a intentar llevarse la mejor parte, uno buscando el fallo del rival para lanzarse con combinaciones y el otro intentando capear el temporal y buscar la mano que hiera a su presa, el primer asalto fue doloroso para nuestro español ya que no sólo no era capaz de capear el temporal si no que se llevo un cabezazo cómo si de un remate de un rematador en el área pequeña se tratase. El resultado fue el primer corte cerca del ojo izquierda si mal no recuerdo. A todo esto ante tal testarazo el árbitro impasible sin ninguna gana de llamarle la atención a su compatriota -porque si, el tercer hombre era inglés- siguió la pelea con un Kiko desconcertado ante semejante golpe y la sangre que le empezaba a brotar del ojo, el británico aprovechó semejante momento de dudas y empezó a atacar y a tirar con todo hasta que en un cruce de ambos logró conectar fatalmente al español mandándolo a la lona. Era una pesadilla para el español y un sueño despierto para el de casa y su gente que veía como Kiko a pesar de haberse levantado y seguir la pelea no era capaz en ningún momento de salir de las cuerdas con los ataques de Warrington. 


Un Kiko enfadado y contrariado que justo acabando el asalto llegó a tirar un golpe sonando la campana del final del primer asalto. ¡Se estaban riendo de él! y claro se cabreó. No fue hasta el tercer o cuarto asalto que pudimos ver una leve mejoría en Kiko que ya no recibía tanto y conectaba de vez en cuando alguna mano potente que hacía que el inglés anduviera mas cauteloso.

Tuve la sensación casi toda la pelea que cuando el inglés conectaba estremecía a Kiko aunque con el paso de los asaltos Kiko absorbía mejor el castigo. Seguía trabajando Warrington el boxeo sucio en todas sus vertientes a base de empujones, meter el hombro, codo y cuando ya tenía a Kiko encerrado metía la cabeza una y otra vez, a todo esto el señor referee Marcus McDonnell intercambiaba de vez en cuando palabras con los púgiles para que no fueran con la cabeza ni hubiera aspectos antirreglamentarios pero era tan flagrante que había un único culpable que el chiste se cuenta sólo. Cada vez que Kiko se sentaba en la esquina tenía un nuevo corte, Tinín no daba a basto con tanta herida que restañar y el combate pasaba del cuarto asalto con lo cuál ya en caso de parada médica no habría nulo técnico si no que irían a las cartulinas. Parecía un cuento de terror con todo organizado para que el miedo sólo lo pasase uno de los dos. Kiko sacaba alma y todos soñábamos con esa mano que hiciera tambalear el sueño de los ingleses y las piernas de nuestro rival pero Warrington iba muy bien tapado, lección aprendida al analizar el Kiko-Galahad, no obstante alguna mano le llegaba pero seguía siendo bastante superior en muchos aspectos en inglés. 

Lo que no voy a hacer es valorar sólo su boxeo sucio que lo tuvo y mucho. Hay que valorar también la buena táctica de pelea y lo rápido que estaba al lanzar sus manos. Un trabajo de cuerpo a cuerpo en el que sacaba mejor partido el inglés y cuando ya había sacado su trabajo se retiraba de la distancia corta y se alejaba con sus manos arriba o bien si no podía marcharse por piernas se echaba encima para contrarrestar esa posible respuesta y es que lo cortés no quita lo valiente porque anoche Josh Warrington tenía boxeo para ganar al nuestro sin necesidad de usar las malas artes aunque nunca sabremos que hubiese pasado de no tener la cabeza abierta toda la pelea el español. Kiko iba de menos a más y así lo demostraba el hecho de que el inglés cada vez combinara menos y fuera menos capaz de encerrar al español. 

El séptimo asalto fue el final de una película de miedo en la que te imaginas quién va a morir porque la película es mala y tramposa pero entre medias hay un susto final y el "bueno" casi muere. Así lo sentí yo y así lo cuento. Kiko al igual que en el asalto previo estaba mandando buenas manos abajo y arriba que avisaban a Warrington y le hacían no quedarse tanto en la distancia del dinero que diría el gran Jaime Ugarte. La mano derecha por encima de la mano izquierda del británico conecto fuerte en el rostro del local cosa que hizo levantarse a media España prometiéndonos otro final de infarto como en su pelea anterior pero nada mas lejos de la realidad y es que Josh Warrington después de esa mano (que parece ser que con esa mano le rompió la mandíbula al inglés) se fue a por Kiko a demostrarle que no le había intimidado. 

Lanzó muchos golpes -no los conté- de los cuales falló casi todos, unos mataban moscas y otros rozaban el cuerpo fornido del nuestro pero hay una máxima en esto del boxeo y es que si un rival no responde un ataque de muchos golpes el árbitro puede parar la pelea por pasividad. Tengo claro que lo que mas le estaba molestando a Kiko en ese momento en la esquina recibiendo esas combinaciones era la impotencia de no poder ver bien por sus ojos debido a la sangre mas que la dureza de unos golpes en su mayoría al aire. El señor McDonnell paró la pelea y los sueños de Kiko se desvanecieron en una noche negra muy negra. Si algo podía salir mal salía el doble de mal y cuando se veía luz al final del túnel y Kiko hizo daño a su rival pues volvió la pesadilla y el destino caprichoso que te dice "Esta no es tu noche te pongas como te pongas". Que te quiten lo bailado Kiko, pocas veces veremos tantas infracciones en una pelea sin castigo y aún así diste mas de lo que cualquiera hubiese podido dar. 


Josh Warrington recuperaba el cinturón mundial que anteriormente había ganado 4 veces. Mi visión de la pelea es que no tuvimos mucha pelea. A mí me gusta el boxeo mas técnico y sobre todo inteligente aunque no sea tan técnico pero anoche no hubo tal cosa. Cuando vas a ver una pelea de Kiko sabes perfectamente que no vas a ver a Sugar Ray Leonard pero vas a ver a un tipo con alma y que trabaja el cuerpo del rival a base de golpes potentes y una presión endiablada. Cuando vas a ver una pelea de Warrington sabes que vas a ver a un tipo listo que según el rival que tenga obrará en consecuencia. Digo que no tuvimos mucha pelea porque Kiko no pudo desde el principio estar en plenitud por sus cortes y a Warrington se le permitió todo lo sucio que hizo. Yo hubiese quitado puntos a Warrington o parado la pelea antes del cuarto en justicia con lo que estaba ocurriendo. De quitarle puntos el inglés hubiese tenido que no seguir utilizando marrullerías y la pelea nos hubiese dejado con mejor sabor de boca independientemente del resultado. Escribo desde la mas imparcialidad, si, voy con el español pero no me nubla la vista, si me siento a escribir durante horas mi visión o crónica de una pelea no es para ser un hooligan si no para ser honesto con el deporte que amo y creo firmemente que Warrington podría haber ganado a Kiko sin ser tan guarro pero gracias al señor referee no le hizo falta llegar a comprobarlo ni nos dio la opción de ver una pelea de verdad, sino que vimos esa peli de terror que antes os relataba.

No tengo claro si nuestro Kiko Martínez se retirará del boxeo de competición. Si algo tengo claro es que hay que valorarlo mucho y algún día soñar con que sigan saliendo boxeadores con la mitad de su alma y dedicación.













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